Una de las claves para que el territorio se haya desarrollado fuertemente es el avance culinario, hoy es uno de sus pilares turísticos.
Texto: Loreto Oda Marín.
Fotografías: Andrés Gaete.
Comer un pescado frito con ensalada a la chilena mientras se mira el mar es una de las posibilidades que entrega Concón, una comuna que ha centrado sus atractivos turísticos en su borde costero y, especialmente, en su gastronomía.
Así lo confiesa su alcalde, Óscar Sumonte, quien recientemente fue distinguido por su aporte al turismo y su gran trayectoria en la Asociación de Municipios Turísticos de Chile, en la que participan cerca de 220 alcaldías.
"Este es un reconocimiento que refleja lo que significa Concón para el turismo nacional y la labor que se está haciendo, dando un ejemplo del trabajo conjunto entre lo público y lo privado. Eso es fundamental y es la gran diferencia que ha dejado la comuna, mostrando que esa es la forma más moderna y más dinámica de trabajar, pues el municipio regula, incentiva, entrega los permisos y promueve, en general, de la mano del empresario gastronómico y hotelero", revela el jefe comunal, al momento que agrega que esa es la clave para que el territorio se haya desarrollado en diversos ámbitos, siendo uno de ellos el culinario, el que hoy es uno de sus pilares turísticos.
Para ejemplificarlo, el alcalde lleva esta afirmación a cifras, evidenciando que desde que se creó la comuna, en 1997, la oferta de restaurantes ha crecido, pasando de los 13 que había en un principio, a los 90 que existen actualmente.
Si bien, la Corvina Más Larga del Mundo ya es todo un hito en esta zona de la Quinta Región, Concón, culinariamente es mucho más que eso, dado que se ha enfocado en desarrollar diversas alternativas para cubrir un amplio abanico de gustos, dándole una buena mascada a la idea de aprovechar el factor local e identitario. En eso, las caletas de pescadores son fundamentales, pues son los hombres del mar quienes, además de brindar diversos productos del océano, mantienen sus tradiciones y fiestas características vivas, como la de San Pedro y la Cruz de Mayo.
Esto, le aporta una identidad especial al lugar y le permite al turista vivir una experiencia más auténtica, un aspecto vital actualmente al momento de elegir un destino. "Lo principal es su identidad y su gente. La idea es que el turista se sienta parte de esta localidad y de esta comuna, por eso, potenciamos este aspecto", confiesa entusiasta el alcalde.
Es así como la gastronomía es la gran bandera de lucha contra la estacionalidad del turismo. Muestra de ello, son las diversas actividades que se han planeado para todo el año, como el encuentro gastronómico de carritos rodantes que se llevó a cabo en julio; la Fiesta de los Inmigrantes, en la que los extranjeros no ligados al rubro cocinan su comida típica, que se realizará en agosto; y la Fiesta de la Empanada, que se celebra en enero.
Sin embargo, un hecho indiscutible es que el fuerte de la oferta culinaria está ligada al mar, siendo este otro de los atractivos importantes de la comuna. Por eso, el borde costero, el cual el 2017 cumple cien años, adquiere un especial protagonismo que el municipio se ha empeñado en mejorar.
"Conseguimos que se hiciera la actualización del estudio, que contempla paseo costero y ciclovías, y le hemos pedido a la ministra del ramo que a lo menos haga un tramo desde el límite con Viña del Mar hasta los Lilenes. La idea es que la ejecución sea para el otro año", detalla Sumonte, quien manifiesta enérgicamente que este tema no es menor y por eso han llevado las peticiones a altos niveles de gobierno, en especial considerando la falencia de conectividad y la falta de estacionamientos, dos factores que impactan fuertemente al turismo.

Acorde a todo esto, el municipio está trabajando en cambiar su Plan Regulador, el que establece una protección total del borde costero hacia el mar, por lo que no se van a permitir más edificaciones de las que ya existen, proyecto que debería ser entregado al Ministerio de Vivienda y Urbanismo antes de fin de este año.
Toda esta lucha es para mejorar la calidad de vida del conconino y del turista que visita la zona, pero Sumonte no pierde el norte y reitera que "nuestro sello es la capital gastronómica y eso es lo que vamos a seguir trabajando con el empresariado en la difusión, la variedad de comida y restaurantes, porque ese es nuestro fuerte".
Texto: Loreto Oda Marín.
Fotografías: Andrés Gaete.

Así lo confiesa su alcalde, Óscar Sumonte, quien recientemente fue distinguido por su aporte al turismo y su gran trayectoria en la Asociación de Municipios Turísticos de Chile, en la que participan cerca de 220 alcaldías.
"Este es un reconocimiento que refleja lo que significa Concón para el turismo nacional y la labor que se está haciendo, dando un ejemplo del trabajo conjunto entre lo público y lo privado. Eso es fundamental y es la gran diferencia que ha dejado la comuna, mostrando que esa es la forma más moderna y más dinámica de trabajar, pues el municipio regula, incentiva, entrega los permisos y promueve, en general, de la mano del empresario gastronómico y hotelero", revela el jefe comunal, al momento que agrega que esa es la clave para que el territorio se haya desarrollado en diversos ámbitos, siendo uno de ellos el culinario, el que hoy es uno de sus pilares turísticos.
Para ejemplificarlo, el alcalde lleva esta afirmación a cifras, evidenciando que desde que se creó la comuna, en 1997, la oferta de restaurantes ha crecido, pasando de los 13 que había en un principio, a los 90 que existen actualmente.

Esto, le aporta una identidad especial al lugar y le permite al turista vivir una experiencia más auténtica, un aspecto vital actualmente al momento de elegir un destino. "Lo principal es su identidad y su gente. La idea es que el turista se sienta parte de esta localidad y de esta comuna, por eso, potenciamos este aspecto", confiesa entusiasta el alcalde.

Sin embargo, un hecho indiscutible es que el fuerte de la oferta culinaria está ligada al mar, siendo este otro de los atractivos importantes de la comuna. Por eso, el borde costero, el cual el 2017 cumple cien años, adquiere un especial protagonismo que el municipio se ha empeñado en mejorar.
"Conseguimos que se hiciera la actualización del estudio, que contempla paseo costero y ciclovías, y le hemos pedido a la ministra del ramo que a lo menos haga un tramo desde el límite con Viña del Mar hasta los Lilenes. La idea es que la ejecución sea para el otro año", detalla Sumonte, quien manifiesta enérgicamente que este tema no es menor y por eso han llevado las peticiones a altos niveles de gobierno, en especial considerando la falencia de conectividad y la falta de estacionamientos, dos factores que impactan fuertemente al turismo.

Acorde a todo esto, el municipio está trabajando en cambiar su Plan Regulador, el que establece una protección total del borde costero hacia el mar, por lo que no se van a permitir más edificaciones de las que ya existen, proyecto que debería ser entregado al Ministerio de Vivienda y Urbanismo antes de fin de este año.
Toda esta lucha es para mejorar la calidad de vida del conconino y del turista que visita la zona, pero Sumonte no pierde el norte y reitera que "nuestro sello es la capital gastronómica y eso es lo que vamos a seguir trabajando con el empresariado en la difusión, la variedad de comida y restaurantes, porque ese es nuestro fuerte".