sábado, enero 14

La administración Trump y las inversiones portuarias


Las inversiones de construcción portuaria y los últimos movimientos en política internacional, en especial  el cambio de gobierno en EE.UU., crearán diversos escenarios que pueden tener un inesperado  impacto en la economía chilena.


Por: José Miguel Gómez Santos
                                                                      Ingeniero Comercial, Esp. en Finanzas Nacionales e Internacionales
   


Las relaciones con Estados Unidos se remontan al alba de nuestra independencia, con un José Miguel Carrera aprendiendo inglés, viajando hacia el norte y teniendo una conversación directa con el presidente americano de aquel tiempo para ayudar en su empresa liberadora. Desde ese contacto, ha pasado bastante agua bajo el puente.

El escalamiento de las relaciones partió en los 90, donde empezaron conversaciones, seguido de  los ex presidentes Lagos y Clinton que  acercaron posiciones y finalmente en el 2004 entró en vigencia el tratado de libre comercio (TLC), este enlazó a las dos naciones. La cercanía y dependencia económica del norte y sur de este continente sólo ha aumentado con los años.
Hoy EE.UU. es el segundo destino de las exportaciones y en clusters específicos, como los productos agrícolas (creciendo un 4% en comparación al año pasado), éste queda en un primer lugar. Al hablar en cifras, el comercio con el gigante del norte equivale a casi un 14% de todo lo exportado por esta delgada nación sudamericana, es decir cerca a los US$ 20.000 millones.


Los principales intercambios son las exportaciones de cobre (cátodos de cobre) y Filetes de salmón de parte de Chile, e importaciones de aceites combustibles norteamericanos; US$ 1.873, US$ 712 y US$ 2.303 millones respectivamente. Todo lo anterior podría cambiar en manos de una administración gubernamental proteccionista y centrada en industrialización nacional como la que enarbola el ahora presidente electo de los EE.UU. 

Inversiones portuarias proyectadas

Gran parte de las inversiones que se tienen planeadas por parte de entes estatales como privados se encuentras dispersas, implicando un desembolso de varios miles de millones de pesos para lograr el cometido.

Para el caso de esta columna, los datos son entregados a través de un gráfico con un recuento general basados en datos entregados por el DOP (Dirección de Obras Portuarias) en un pasado informe escrito en 2009, apareciendo en éste la proyección constructiva hasta el 2020 permaneciendo vigente hasta el presente año. Existe un segundo informe que no se analizará en esta ocasión dado que indica avances más que nuevas metas en infraestructura. 

 *Las inversiones están divididas en las diez clasificaciones observables:

  1. Frente de atraques: espacios públicos o concesionados donde los barcos atracan para hacer descargo de lo transportado.
  2. Accesos viales: espacios que faciliten la movilización hacia y desde los puertos a centros urbanos o de acopio cercano al puerto.
  3. Conectividad austral e insular: facilitación por medio de conexión vial de lugares lejanos o de difícil acceso (con importancia estratégica)
  4. Bordes costeros: delineamiento de la línea costera de manera prolija, por ejemplo, creando rompeolas
  5. Marinas deportivas públicas: espacios públicos de esparcimiento y deportes náuticos.
  6. Pesca artesanal y acuicultura: un mejoramiento de la infraestructura utilizada por pesca de menor calibre, ya sean los puertos o implementos necesarios para la actividad.
  7. Turismo cruceros: atracaderos para embarcaciones de gran tamaño enfocados en transporte de pasajeros, facilitando el movimiento de ellos y rapidez en el aprovisionamiento de la nave.
  8. Playas artificiales: creación de playas públicas donde anteriormente no existían o era riesgoso el baño.
  9. Accesos ferroviarios: mejora en infraestructura ferroviaria conectando el puerto con otros puntos urbanos de importancia.
  10. Logística: mejoramiento de los sistemas, infraestructura y cibernético en la interacción del puerto como ente intermediario, aumentando eficiencia del mismo.
















Las dos que se destacan son los “frentes de atraques” y “accesos viales” que en conjunto hacen el 72% de toda la inversión, encumbrándose en su suma por sobre los 1.970.835 millones de pesos. Los puertos más beneficiados son nortinos dedicados, casi en exclusivo, a la exportación de productos minero-industriales. Esto indica que se apuesta por el incremento de las exportaciones que se hagan del metal rojo hacia China y a EE.UU. 



                                   Valor (millones CLP)       Valor (Millones US$)



Atento a Trump.

Al decantar lo anteriormente dicho, las relaciones comerciales con la primera economía del mundo se basan en el comercio de nuestro cobre y por consiguiente la salida de él por puertos nacionales. Por lo que es de valor analizar ¿Los cambios que quiere hacer el presidente Trump serán de importancia y afectarán nuestro comercio?, La pregunta es compleja de responder dado que hay una implicancia local y mundial ante la arremetida del proteccionismo y las figuras industrialistas en las economías más desarrolladas. En un primer caso, según insta el futuro presidente, detendrá las conversaciones y saldrá definitivamente del TPP (Tratado Trans-pacífico); a continuación, se revisarán todos los tratados de libre comercio con ese país y dificultar, en parte, el libre tránsito de extranjeros. 

En un primer caso, el TPP es un aumento de las regulaciones y facilidades internacionales en los países que están inscritos en este tratado (siendo este un misterio por ser llevado adelante en un secreto que intimida a la opinión pública), con los que la gran mayoría (sino todos) Chile ya tiene relaciones bilaterales comerciales fluidas, con tratados anteriormente celebrados y validados, por Lo que no sería una real contrariedad. Es el segundo y tercer problema los que se sentirían en territorio nacional, porque las exenciones que se tienen para con Chile, las facilidades para exportar producto nacional y el ingreso de personas a Estados Unidos podrían ser disminuidas.

Trump tiene como lema “Hacer américa grande nuevamente” (Make america great again) y lo quiere hacer entregando dinamismo a la industria interna, incluso a la extractiva (minerales) y agrícola, aumentando intereses a lo importado y forzando a las compañías a producir en territorio norteamericano, con incluso multas si no se cumple. He aquí el gran miedo, ¿subirá la barrera para el cobre chileno prefiriendo el que se extraiga allí mismo?, ¿Aumentará el tamaño de la industria y por esto la producción en EE.UU. requiriendo mayor cantidad de cobre chileno? La verdad es que hay que esperar y ver qué acciones realizará el  presidente.

De todas maneras, el proceso será gradual y los movimientos iniciales son pensados en sus principales adversarios, China y Rusia. Chile, como tal, está muy por debajo de las prioridades del futuro mandatario.